El terror de los botes de champú

Algunas veces, cuando estás en tu mini ducha, coger los botes del plato de ducha puede convertirse en un reto sólo superable por practicantes de yoga nivel 16. Eso, contando con que no te resbales y te desnuques en el proceso.
Aún cuando en casa tienes una bañera, algunas personas, entre las que me incluiré yo misma, acumulamos un número de botes indecente. Gel, champú, mascarilla, acondicionador, exfoliante. Y no un bote de cada uno, sino que muchas veces varios de cada. Es misión imposible (o nivel 24 en tetris) poder acomodar todos tus cacharros en los bordes de tu bañera (¡generalmente minúsculos!).
Y es que los jabones y la ducha pueden volverse un gran problema, sobretodo si compartes baño con alguien más. Estar metiendo y sacando los botes que te hacen falta cada vez no es para nada cómodo y más si la mitad de las veces te metes en la bañera antes de coger todos los arreos de la ducha.
La solución no podría ser más sencilla: ¡dispensadores! Los podrás rellenar de cualquier líquido o crema que te haga falta y los podrás colocar en la pared, a una buena altura para que ni siquiera te tengas que agachar mientras te duchas (a excepción claro del momento en el que te lavas los pies).
Si tu paciencia ya ha llegado a su límite, es hora de que empieces a bucear por nuestro catálogo para encontrar un par de dispensadores que te hagan la vida más fácil. Tenemos un gran surtido de modelos de todas formas, colores y sabores (aunque mejor no compruebes esto último), con lo que estamos seguros que encontrarás el indicado para ti.