El SATV (Síndrome de Acumulación de Trastos Varios) es definitivamente real, aunque no hayas escuchado nunca hablar de él, y está muy presente en nuestra vida diaria. Cuando pasas frente la tienda de la esquina de tu trabajo y ves un portavelas muy oh-dios-mio-lo-quiero; cuando heredas ese antiguo jarrón de tu abuela o cuando traspones a Francia y necesitas un souvenir de la Torre Eiffel. Calculamos que un 90% de la población sufre inadvertidamente este peligroso síndrome que hace que no tengas ni un solo espacio libre en tu mesa del comedor o el mueble de la televisión.
La solución es por supuesto sencilla: estanterías. Pero en este post no os quiero proponer el típico mueble grande en el que guardamos libros que ya os propusimos la semana pasada, sino otras opciones más originales y óptimas para decorar nuestros pasillos o nuestras paredes desnudas.
Por ejemplo, en vez de maderas atornilladas a la pared, ¿por qué no decantarnos por una pieza completa, que a pesar de su sencillez es el complemento perfecto?