Butacas o sillones individuales. Para algunos, el paraíso particular. No hay nada mejor que acabar de comer para ir directo a espacio especial. ¡La butaca! Cuando se hablan de butacas, algunos no entienden la fascinación que despierta tal objeto. "Es un armatoste, ocupa mucho espacio", te dirán. Y sí, eso puede ser verdad, pero considerarlo sólo eso sería ser corto de miras.
Ante todo: hay diferentes tamaños de butacas. Es cierto que cuando pensamos en una butaca acogedora se nos viene a la mente este mueble de grande dimensiones y espalda alta, que te invita a reposar allí. No obstante, os remarcamos desde el principio la importancia de escoger un tamaño que se adapte a tu espacio disponible. Por muy contento que estés al principio con tu butaca nueva, si al final resulta un engorro que sólo está por medio, no te va a acabar gustando tanto.
Pase lo que pase, estoy seguro de que no hay mejor lugar para relajarse o leer un buen libro que en tu butaca, con tus piernas levantadas y un buen vaso de vino en la mano. ¿No te he convencido ya?