Las plantas son la alegría de la casa, de eso no hay duda. Las casas sin plantas, por muchos muebles o elementos decorativos que tengan, parecen extrañamente vacías y sin vida. Por eso las plantas son tan importantes, porque dan color a tu casa, y además, sirven para cualquier espacio.
Aunque el nuestro sea un estilo minimalista, una planta o dos nunca están de más. Le dan el toque natural al espacio y más cálido. Además, quedan especialmente bien con la decoración estilo nórdica, pues le dan el toque de vitalidad a los colores fríos y los muebles de estilo rústilo o con colores metálicos.
Son un elemento decorativo con una gran gama de precios y que además sirve para jugar con diferentes combinaciones. Podemos llenar nuestra casa de plantas y darle un toque de selvático y salvaje, combinando plantas de diferentes tipos, diferentes olores y colores.
Además de ponerlas en diferentes rincones de nuestra casa, también podemos agruparlas todas en un mismo espacio, con diferentes maceteros y distintas alturas, jugando un poco con la perspectiva. Es una forma sencilla de darle un poco de caracter a tu hogar y al mismo tiempo, si no tenemos demasiados muebles, llenar espacios.
Si a ti te pasa como a mí y eres casi incapaz de cuidar de otro ser vivo aparte de tí mismo, siempre puedes acudir a las plantas artificiales. Tienen un mantenimiento mínimo y además son una buena opción para dormitorios ya que por la noche no expulsan dióxido de carbono a diferencia de las plantas naturales.